En un mar de
cielos, ¡soñé!
Soñar es gratis, nos dicen, dejándonos por un instante en la inmensidad
de un espacio vacío. Si soñar es gratis ¡soñemos!
Históricamente el ser humano ha demostrado su capacidad para trascender.
No se conforma. Busca caminos que le permitan crecer y descubrir. Nuestra mente
aspira a más porque sabemos que a mayor logro, más libertad. La vida es
libertad y la libertad conlleva felicidad.
Para la teología prehispánica Quetza-Sha “Vivimos navegando en las
corrientes de la vida como el águila, como el cóndor, que allá en las alturas
baten sus alas para sentir las maravillas de la creación”
Leonardo Da Vinci (1452-1519), principal figura de renacimiento
italiano, encuentra, escondido en la maravilla del mundo natural, su
autenticidad. Relacionándose con el entorno de una manera directa, encuentra su
propia capacidad para vivir una experiencia humana única: con pasión, sin
límites. "Una vez que hayas probado el vuelo,
caminarás sobre la tierra con la mirada levantada hacia el cielo, porque ya has
estado allí y quieres volver." Observa la naturaleza para descifrar
sus misterios; misterios que plasmará en las imágenes, escritos, proyectos e
inventos.
Viktor Frankl (1905-1997), neurólogo y psiquiatra austriaco, desarrolló
la logoterapia. Su propuesta se apoya en el análisis existencial para enfocarse
en “una voluntad de sentido” en
oposición a la doctrina “voluntad de poder” de Adler o “voluntad de placer” de
Freud. Su teoría manifiesta la razón de la existencia humana desde tres
aspectos principales: La libertad de la voluntad, la voluntad de sentido y el
sentido de la vida. Considera que en el inconsciente se encuentra una espiritualidad
que busca la trascendencia. Así, la fuerza de nuestras decisiones está en la
propia existencia de tal modo que jamás podemos renunciar a ella.
Friedrich Nietzsche (1844–1869), filósofo, poeta, músico y
filólogo alemán, desechando todos los conceptos morales del momento, desarrolló
una forma de pensamiento que tienta a vencer las cadenas del cosmos. Nietzsche vio ese mundo de los impulsos
una fuerza para trascender y “crear más allá de todo límite, en la apertura de
un horizonte infinito”. Nos invita a dejar nuestra seguridad y respirar con
libertad el aire fresco.
Día con día conocemos personas que se enamoraron de un
ideal, que empezaron a construir nuevos caminos y que nos invitan a intentar
nuevas posibilidades para crear. Tarde o temprano, nos llega el momento de ver a lo lejos,
superar los obstáculos, tomar el timón y navegar en ese mar de cielos.
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